¿A cuántas pero conoces que no están satisfechas con el devenir de su vida amorosa? Seguramente a muchas. Al igual que nosotros. Sin embargo, al ser consultadas sobre las posibles causas de dicha realidad la mayoría de ellos responderán que simplemente “no tienen suerte en el amor”.
Pero nosotros somos de la idea de que a la suerte hay que ayudarla y sobre todo cuando se trata de relaciones amorosas es mucho lo que podemos hacer para mejorar nuestras actitudes y así cambiar radicalmente nuestro destino.
Hoy vamos a dedicar este artículo a los nativos de Géminis para analizar cuáles son las causas concretas de sus desaciertos amorosos. Para que de esa forma tengan la posibilidad de repensar ciertas actitudes y llegar a buen puerto en el plano sentimental.
Géminis: Lo que quieres, cuando quieres
Si has nacido bajo este signo llevas la contradicción como estandarte y lo sabes, aunque no siempre estés dispuesto a reconocerlo. Tienes por otro lado una capacidad natural de encantar a tu auditorio con tu carisma y esas anécdotas ocurrentes de aventuras originales. A veces eres sincero, otras no tanto. Dependiendo básicamente de tu conveniencia.
Te agrada la compañía de otros pero siempre que no altere tus planes ni tu libertad de movimiento y en este punto hay que decir, por obvio que parezca, que el hecho de estar con otra persona en pareja siempre va a requerir concesiones. Este es el primer punto que tendrías que analizar si realmente deseas estar en pareja.
No hay dudas de que tienes mucho para dar en el amor pero para poder hacerlo es necesario sincerarte y ser claro contigo mismo porque solo quien realmente sabe lo que quiere está en condiciones de ofrecer algo a alguien más.
Tus virtudes ya las conocemos y tú mismo eres consciente de ellas porque los demás las destacan al estar contigo y porque tú mismo eres algo jactancioso. Pero veamos lo negativo, aquello que hace que tus relaciones naufraguen como barcos en alta mar a los pocos meses de haber comenzado.
¿Quieres mejorar tu horizonte sentimental? Pues entonces deberías analizar seriamente los siguientes puntos y tomar cartas en el asunto lo antes posible.
- Piensa qué tipo de relación quieres: No está mal estar solo y tampoco está mal estar en pareja pero son cosas muy diferentes y que van a requerir una distinta actitud de tu parte. Si te encuentras en el medio y solo quieres estar con alguien ocasionalmente y sin compromisos entonces deja las cosas claras desde el inicio, porque de lo contrario estarás lastimando innecesariamente a otra persona y generando expectativas que no estás dispuesto a cumplir.
- Sé coherente con tus decisiones: Eres el ser más cambiante del mundo y puede que a ti no te moleste demasiado pero nadie puede adaptarse a tus cambios bruscos de humor y menos entenderte. Si esperas que alguna relación prospere debes trabajar en puntos esenciales como cumplir con tu palabra, ser capaz de brindar certezas a la otra persona y planificar las cosas de a dos. Manejarte a base de impulsos y caprichos infantiles no es la forma como harás que alguien pueda sentirse feliz a tu lado.