Leo no en vano se ha ganado el mote de ser uno de los signos más bravos, temperamentales e impulsivos del Zodíaco. Porque así como es intenso para todas las decisiones y actos de su vida, cuando está enfadado realmente será difícil lidiar con él. En este artículo te contaremos en detalle acerca de los enojos del rey de la selva para que estés preparado y sepas evitarlos.

El fuerte temperamento de Leo  

Los nativos de Leo son personas que naturalmente se hacen ver producto de su apariencia segura, su aire seductor y su vehemencia a la hora de expresarse y hacer valer sus posiciones e ideas frente a los demás. Son justos, generosos y siempre que puedan saldrán en defensa de quienes más lo necesiten aunque de ello no obtengan ningún rédito.

Es muy factible que dentro del ámbito en el cual se desempeña, Leo consiga una posición de liderazgo en función de su laboriosidad, auto exigencia y carácter para comandar grupos, y en general, la ejercerá superando las expectativas, salvo cuando algo lo saque de sus casillas: Lo cierto es que Leo pierde la razón y los modos cuando se enfurece, y esto es algo que sin dudas deberá aprender a manejar para no perjudicar sus relaciones en ningún plano.

En el ámbito de las relaciones personales Leo también hace sentir su temperamento y es una persona a la que le gusta decidir todo a su forma lo que puede convertirlo en alguien demasiado autoritario. Necesita por ello rodearse de personas que le hagan ver con amor sus equivocaciones y que no cometan el error de darle la razón en todo para evitar sus berrinches.

Cómo actúa Leo cuando está enfadado y qué cosas lo alteran

Como habrás podido darte cuenta, Leo no es una persona que va a intentar disimular las cosas que piensa y le molestan. Siempre dirá lo que considera, de la mejor o la peor forma y no se dejará avasallar por nada ni por nadie.

Los leoninos además tienen poca paciencia y son de elevar temperatura con facilidad. Cuando se enojan gritan, se ponen sumamente hostiles y hacerlos entrar en razón en pleno altercado será en verdad una tarea titánica. Leo tiene un ego demasiado grande que le dificulta asumir sus errores, por lo menos en la instancia de mayor enojo. Luego quizás sí reflexione y sea capaz de disculparse si considera que cometió un error, pero nunca en plena instancia de fuegos cruzados.

Muchas veces lo recomendable ante una situación de este tipo con un leonino es bajar el tono y la intensidad de la discusión, plantear con altura y respeto el punto de disidencia y dejar las cosas allí antes de que pasen a un terreno agresivo o de contienda innecesaria. Todo lo que se plantee como un reto sólo logrará envalentonar aún más a Leo que no nació para perder ninguna discusión.

Entre las cosas que más sacan de las casillas a un leonino están: La mentira, la falta de responsabilidad, las personas que avasallan los derechos ajenos, la hipocresía y la deslealtad. Esto en el plano general. Pero ni qué hablar de la traición de alguien a quien ellos consideraban valioso y ha defraudado su confianza: Con esas personas ni siquiera habrá enojo. Simplemente dejarán de existir para Leo.